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miércoles, 6 de abril de 2011

LA COMUNICACIÓN Y EL MUNDO O EL MUNDO DE LA COMUNICACIÓN

El auge de la tecnología que se ha dado en los últimos años ha generado un apoyo (quiérase o no) a la comunicación social. La comunicación social se enmarca dentro de las ciencias sociales y ha sido definida por José Miguel Pereira como “un campo de conocimiento transdisciplinario”, es decir, como una reunión de disciplinas, que tienen en común pertenecer a las ciencias sociales y humanas.

La idea del autor de este texto no es tanto defender la comunicación social, sino más bien intentar convencer al lector que esta transdisciplina ha evolucionado y lo seguirá haciendo hasta tomar un papel –aunque se cree que ya lo tiene– lo suficientemente poderoso como para situarse al lado de otras disciplinas y –porque no decirlo­­- ciencias, sin ser deslegitimada o atacada; y además atraer al lector a la idea de que el mundo necesita de la comunicación social.

El curso natural de las cosas es la evolución y la comunicación social ha sido impulsada a tomar ese curso evolutivo mucho más rápido en los últimos años dadas las condiciones actuales de globalización, multiculturalidad, multirracialidad y, en general, todos los fenómenos humanos que, de uno u otro modo necesitan que la información que se produzca en cualquier lugar del planeta sea transmitida a cada habitante con un fin; el conocimiento de cada hecho llámese económico, político, social, cultural, o de cualquier otra índole.

Pretendiendo defender la idea que el mundo necesita de la comunicación social, plantearé varios puntos en los que se basa esta hipótesis.

Primero, según José Miguel Pereira “toda actividad humana tiene algo que ver con comunicación” por lo tanto, es de entender que la inherencia entre la comunicación y el ser humano y su vida es natural, y se entiende la comunicación como parte del proceso evolutivo del hombre. No se puede desligar lo uno de lo otro.

Segundo, en lo expuesto durante parte de la tesis de este texto se dice que el intercambio de información de un lado al otro del mundo, genera conocimiento. Martín-Barbero nos lo explica citando a Norbert Wiener diciendo que “Wiener propone una nueva manera de hacer ciencia, pensar
comunicativamente los fenómenos, lo que equivale a estudiar los comportamientos de los fenómenos en cuanto a complejos intercambios de información y se arriesga a afirmar que en el universo todo comunica, pues está hecho de un flujo permanente de intercambios”.

Tercero, la comunicación refleja los fenómenos sociales dándoles una interpretación, por lo que la sociedad requiere de esta herramienta para estudiar sus propios comportamientos, hacerles seguimientos y darles significado, como lo sostiene Gustavo Cimadevilla quien dice que la comunicación “ha tratado de resolver interrogantes que surgen de la propia dinámica de la sociedad, atendiendo particularmente dos tipos específicos de problemas: los que se refieren a la interacción y los vinculados con la significación”.

El cuarto argumento tiene que ver con la investigación previa del autor de este texto con respecto al rol que cumple el comunicador social, ya que después de entrevistas con varios comunicadores en el ejercicio de su profesión, se da una constante y es que ellos afirmaron que se necesita de una actualización duradera para no estancarse; así que el comunicador como la comunicación y como el mundo, evoluciona; pero él mismo busca su evolución y un propiciador de evolución, está siempre en busca de esa transformación social que se requiere.

Quinto, sabemos que la comunicación social nace con las guerras mundiales, es decir, en escenarios de
crisis, pero también se han reafirmado durante el proceso de globalización actual, “que le permiten construir nuevos objetos de estudio gracias a los cambios socioculturales de la contemporaneidad” (Renato Ortiz), si entendemos estos procesos como ligados a la comunicación podemos concluir que la comunicación crece con el mundo y se reacomoda a sus fenómenos y también posee una influencia sobre ellos.

Sexto, refirámonos a la comunicación social como “agencia de cambio”. Los profesionales egresados como comunicadores sociales para el desarrollo, tienen una verdadera influencia sobre el mundo actual sobre todo si nos remitimos al continente latinoamericano; el porqué de esto, es la condición social actual de dicha región, que ha generado que ciertos grupos interesados en el bienestar humano se integren alrededor de la búsqueda de un bien común, durante este proceso el comunicador se convierte en un agente de cambio ya que es capaz de crear y llevar a cabo proyectos que cubran esa
necesidad de desarrollo para la comunidad.

Séptimo, una vez más se reitera que el mundo actual necesita y no sólo necesita sino que se mantiene gracias a la comunicación social. Un común hoy en día es que la industria del entretenimiento maneje gran parte de nuestro tiempo y es ahí donde el comunicador publicista, el productor radiofónico y el productor editorial (José Miguel Pereira) vienen a hacer su aparición, pues por medio de sus trabajos se teje, se opera, se maneja y se manipula esta industria masiva que tiene una influencia total sobre las
personas, sin importar la brecha generacional que exista entre ellas.

Octavo, la influencia de los medios de comunicación es conocida por todos, pero el autor se basará en unos datos que fueron expuestos por Hernando Salazar, quién es periodista y corresponsal de la BBC de Londres y aportó lo siguiente: “el poder del periodismo inunda todos los espacios, el control que se tiene sobre los medios es muy limitado, una cosa son los hechos y la otra las interpretaciones de los hechos, los medios influyen en el conflicto y aunque no son responsables de hacer la paz sí deben
contribuir a lograrla”. De todo esto se puede decir que los medios de comunicación poseen mucha responsabilidad sobre el manejo de los fenómenos que ocurren cada día, sobre cómo se le dan a conocer al mundo y sobre todo nos dice del gran poder que ejercen los medios de comunicación y por tanto, las personas responsables de esos medios que son los comunicadores sociales, a quienes los
amparan pero también los persiguen por la influencia que puedan tener sobre el ciudadano común. Así que no es un simple poder, es más un dominio que debe ser responsablemente administrado.

Noveno, es un saber común el poder que ejercen los medios masivos de comunicación sobre las multitudes, sin embargo su poder va más allá de informar o entretener pues se convirtieron en un escenario de manipulación de la información y son capaces de crear contenidos que aunque no sean ciertos, la gente los considera como reales. Para citar un ejemplo: en la primera semana de la paz que se dio en la universidad Francisco de Paula Santander, un ponente extranjero expuso que el concepto que tenía él antes de su visita a la ciudad de Cúcuta, era “que acá la gente se estaba preparando para defenderse de la guerra o estaba ya en guerra” (Francisco Vicenti) con nuestros vecinos venezolanos, por la información que tomó de los medios acerca de las actuaciones del presidente vecino Hugo Chavéz. Esto nos demuestra claramente que los medios son capaces de crear realidades inexistentes y de formar en las masas conceptos erróneos acerca de dichas realidades. Los medios tienen el mundo y lo que en él acontece en sus manos.

Después de sostener que el mundo necesita de la comunicación social, logra el autor concluir que si bien es cierto que en nuestro país Colombia “existen cincuenta y cuatro universidades que ofrecen sesenta programas académicos profesionales relacionados con la comunicación social, el periodismo y los medios y que hasta el año 1995 habían egresado unos veintidós mil profesionales de la comunicación” (AFACOM); se pensaría que el medio está saturado de comunicadores ansiosos por encontrar un espacio en el mercado laboral, pero en realidad la conclusión personal del autor es que dado el poder y dominio que posee la comunicación social en el mundo actual, los comunicadores sociales nunca sobrarán, sólo que la competitividad crecerá y deberán estar los profesionales preparados no sólo para dicha competencia sino también para asumir los retos que los cambios producidos en el mundo les exijan diariamente.

El comunicador social del futuro es aquel a quien no le de miedo asumir el reto de enfrentarse a una profesión difícil de ejercer pero gratificante como modo de vida, pues así se tendría que llamar. 
BIBLIOGRAFÍA
CIMADEVILLA, G. (2000). Lacomunicación: entre dudas, paradojas y algunas Razones siempre provisorias. Revista PensamientoComunicacional Latinoamericano

 AFACOM (2006). Proyecto para el diseño y elaboración de los Exámenes de Calidad de la Educación superior (ecaes) para los programas de Comunicación e Información 2004-2005. Bogotá: afacom, Universidad Externado de Colombia.


MARTIN - BARBERO, J. & REY, G. (2000). La formación del campo de estudios de Comunicación en Colombia. En Discurso y Razón. Una historia de las ciencias sociales en Colombia.Bogotá: Tercer Mundo: Uniandes, Fundación Social.

PEREIRA JOSE MIGUEL (2005). La comunicación un campo de conocimiento en construcción. Reflexiones sobre la comunicación social en Colombia. Bogotá. Universidad Javeriana.

VICENTI, Francisco. (2009).  Seminario Educación y Pedagogías para la paz. Laboratorio de paz. Consejo Noruego para refugiados.

SALAZAR, Hernando (2009). Primera Semana de la Comunicación. Responsabilidad social de los medios de comunicación frente a los temas de frontera. Seminario géneros periodísticos y manejo de fuentes.



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